¿Por qué los jóvenes ya no quieren ser camareros?

Jóvenes camareros

El otro día fue el Día Internacional del Camarero, pero ¿qué estamos celebrando si cada vez hay menos jóvenes que quieran dedicarse a esta profesión?

Ser camarero es una de las profesiones más bonitas del mundo, pero también una de las más castigadas. Horarios eternos, sueldos bajos, falta de estructura y poca proyección a largo plazo. Es normal que las nuevas generaciones busquen otra cosa.

La hostelería se ha convertido en un “trabajo de paso”. Un mientras tanto. Un recurso fácil mientras aparece “algo mejor”. Pero el problema no está en ellos. El problema es que el sector no les está dando razones para quedarse.

Pero hay quienes están haciendo las cosas bien. Cada vez más restaurantes están apostando por un modelo diferente. Uno donde la sala tenga valor, donde se invierta en las personas y donde ser camarero sea una carrera real, con futuro.

  • Condiciones laborales dignas (porque la vocación no paga facturas).

  • Cultura de equipo y liderazgo que sume
    Formación y posibilidades de crecimiento real.

  • Un cambio de mentalidad, donde la sala sea tan importante como la cocina.

Si queremos que la hostelería siga brillando, tenemos que hacer que este oficio vuelva a enamorar. No con discursos románticos, sino con hechos. La pregunta no es “por qué los jóvenes ya no quieren ser camareros?”, sino “qué vamos a hacer para que quieran serlo?”.

LinkedIn